Los implantes dentales se han convertido en uno de los procedimientos más utilizados en la odontología actual y a menudo van ligados a otro procedimiento, que recibe el nombre de injerto óseo, ya que éste es necesario en determinados casos, para favorecer la estabilización de los implantes.

Para que los implantes dentales tengan éxito, debe existir la cantidad y calidad adecuada de masa ósea presente, ya que sin esta condición las posibilidades de éxito para los implantes son muy reducidas.

La estructura ósea adecuada es indispensable para que se puede llevar a cabo la integración del implante dental o sea, hacerse uno con el hueso circundante, debiendo este ser lo suficientemente fuerte o de calidad, para permitir el proceso de masticación. Por ello el injerto de hueso representa un procedimiento quirúrgico que pasa a solucionar el problema.

Gracias a un injerto de hueso se puede aumentar la calidad y la cantidad del hueso que asegurará el éxito de la implantación dental, pero no todos los implantes requieren de este procedimiento.

Cuando se necesita un injerto de hueso

– Cuando el hueso existente no tiene una anchura insuficiente, situación que puede tener su origen en el factor genético o por algún daño producido por la enfermedad periodontal cuando se extiende en el tiempo.

– Cuando el hueso existente no tiene la altura suficiente, ya que la altura es tan importante como la anchura, debido a que garantiza el correcto anclado del implante dental y esto el soporte de la tensión a la que será sometido por la acción de morder y masticar los alimentos.

– Cuando el seno maxilar está cerca de la zona de colocación, ya que esto significa que no hay suficiente hueso entre el diente y el área de los senos paranasales. Condición que se puede solucionar realizando una la elevación de la membrana sinusal, junto con la colocación de un injerto óseo.

– Cuando el hueso insuficiente es generado por la extirpación de quistes o tumores en la boca, ya que para este procedimiento se requiere también de la eliminación de masa ósea.

También se debe tener en cuenta; que después de la eliminación de la patología oral, es necesario un tiempo de curación para que la calidad y cantidad de hueso, se someta a una reevaluación.

Imagen; MF